Calima

Complejo cultural indígena localizado alrededor de la bahía de Buenaventura, entre los ríos San Juan y Dagua, al O del dpto. de Valle del Cauca, de la familia lingüística karib. Se destaca por la orfebrería (máscaras de oro, diademas, pectorales, orejeras, collares, narigueras, instrumentos musicales y cucharas) y la cerámica (vasijas de doble vertedera, vasijas en forma de persona acurrucada y otras, predominando el terracota), que determinaron un estilo surreal y fantástico llamado calima y unas técnicas de laminado en planchas martilladas, repujado, cera perdida, incrustaciones y filigrana. Según Efraín Sánchez, “Calima es el nombre topográfico más frecuente: cerro, cuchilla, río, lago, central hidroeléctrica, pueblo y municipio. Calima es también el nombre del área arqueológica, aunque ningún pueblo prehispánico o grupo indígena histórico conocido se haya llamado así. En mapas españoles del siglo XVII figura el nombre de yacos, dado a los indígenas que vivían en el valle del Calima. Al río mismo se le denomina río de los Yacos. Desaparecido este pueblo, la región, apartada de las rutas de comercio coloniales y del siglo XIX, permaneció casi deshabitada hasta la segunda década del siglo XX, cuando se fundaron los pueblos de Restrepo y Darién”. Se han identificado tres sociedades o culturas que se asentaron sucesivamente en su territorio: llama (año 800 a.C. al año 100 d.C.); yotoco (siglo I d.C. al XII d.C.) y sonso (siglo XII d.C. a la llegada de los conquistadores en el siglo XVI). Los habitantes de estas culturas eran agricultores, pescadores y recolectores y desarrollaron sistemas de zanjas para el drenaje y control de la erosión. Sus casas eran construidas en terrazas y, como en la mayoría de los grupos indígenas de la zona, no existen indicios de organización militar o bélica. Gran parte de los hallazgos se hicieron gracias al descubrimiento del cementerio El Bolo.