Bachué1

(Del muisca Bta: levantados en hiestos y Chue: senos) Diosa progenitora de la raza humana. Según una leyenda muisca, en el principio de los tiempos Chiminigagua hizo agitar las aguas de la laguna de Iguaque (hoy Boyacá). De ella emergió Bachué con un niño de la mano, llamado Iguaque, símbolo del principio germinador masculino. Cuando él se hizo hombre se casó con ella. Debido a su gran fertilidad, su descendencia pobló el mundo y fue formada en el arte de tejer, en el hábito de construir sus viviendas y en la costumbre de alimentarse sanamente, dentro de los más delicados preceptos morales. Bachué e Iguaque, al llegar a la vejez, regresaron a la laguna de nuevo, en presencia de todos sus descendientes. Al sumergirse adoptaron forma de serpiente, símbolo de fertilidad y de sabiduría. Dice la leyenda que ocasionalmente Bachué, bajo su nueva forma, hace su aparición en la laguna para atender los ruegos de su descendencia, quienes la denominaron Furachogue (Fura: mujer; cho: buena; gue: casta, tronco o raíz).